Las
uñas son un elemento valioso en los estudios de identificación en Antropología
Forense, como lo son en general en Medicina Legal. Por ello deben ser recogidas
siempre que se pueda del cadáver y estudiadas con mucho cuidado.
Sirven
para determinar Ia edad aproximada de la víctima, el sexo, el grupo sanguíneo
(sistema ABO), algunas de Ias enfermedades que haya podido sufrir y algunos de
sus rasgos psicológicos.
Los
residuos contenidos debajo del reborde ungueal estudiados al microscopio pueden
darnos valiosa información sobre Ia vida y costumbres del sujeto, pueden
esconder fragmentos de piel y pelos del agresor arrancados durante sus intentos
de defensa para evitar la agresión, fragmentos en los que se puede estudiar el
ADN y grupo sanguíneo, así como Ia morfología y caracteres del pelo que pueden
llevar a Ia identificación del agresor. Y en Ia piel de éste pueden quedar Ias
huellas de Ia uñas clavadas que como si fueran un molde pueden ser estudiadas y
cotejadas con Ias de Ia víctima.
Las
uñas de los pies, aunque aparentemente tienen menos valor que Ias dc Ia manos,
también pueden ser muy útiles para Ia identificación en muchos casos.
Anatomía
e Histología de Ia Uña
La
uña es un anexo de Ia piel, producción epidérmica que en Ia especie humana
tiene forma de láminas córneas cuadriláteras, blanquecinas y semitransparentes,
situadas en Ia cara dorsal de Ias últimas falanges de los dedos de manos y
pies. Rudimentarias como sistema defensivo en el hombre, están muy
desarrolladas en las especies animales constituyendo garras en los carnívoros,
pezuñas en los ungulados, etc.
En
La uña hay que distinguir. Ia uña propiamente dicha que consta de raíz, cuerpo
y extremidad libre. La raíz se encuentra metida en Ia piel (repliegue cutáneo
supraungueal), el cuerpo presenta dos caras: superficial y profunda.
En
Ia superficie se puede apreciar Ia lúnula o línea curva de convexidad superior
muy desarrollada en los pulgares y apenas o nada en el meñique.
La
cara profunda del cuerpo ungueal está íntimamente unida a la dermis subyacente.
La extremidad libre o borde superior de la uña tiene un color más claro que el
resto y crece constantemente a razón de 1mm por semana.
Las
uñas, lo mismo que el pelo, crecen más deprisa cuanto más joven es el
individuo. Brotan más deprisa en verano que en invierno. En verano una uña se
renueva normalmente completamente en 116 días y en cambio en invierno necesita
132 días. Las de Ia mano derecha crecen un poco más deprisa que las de Ia mano
izquierda y el crecimiento varía algo según los distintos dedos. La del dedo
medio crece más deprisa y Ia del pulgar más lentamente.
El
espesor normal medio de Ia uña es según TESTUT de 384 micras en los varones y
346 micras en las hembras. En Ias unas del pie, el crecimiento es más lento, 1
mm cada cuatro semanas. La zona posterior de Ia uña en que se inserta o emerge
de Ia piel se llama matriz de la uña, formada por Ia lúnula y Ia raíz, que es
Ia zona fértil, reproductiva, en continua actividad. La porción anterior se
llama también matriz porque produce material córneo.
El
repliegue cutáneo provisto de numerosas asas capilares que cubre la uña en su
base se llama eponychum.
Bajo
la uña, el epidermis presenta una serie de estrías longitudinales o crestas de
Henle a Ias que la uña se adapta. El repliegue del dermis que cubre la raíz y
bordes ungueales se llama manto de la uña.
La
uña está formada por células epiteliales que como Ia epidermis se agrupan en un
capa profunda o basilar que descansa sobre las papilas, un estrato medio,
continuación del cuerpo mucoso de Malpigio y uno superficial o estrato
granuloso con su capa lúcida y sobre ella el acúmulo de células córneas
anucleadas, cargadas de queratohialina que forma la uña córnea propiamente
dicha.
La
uña empieza a formarse en el tercer mes de la vida fetal en que Ia substancia
onicogénica produce el rudimento de uña. En el 6. ° mes queda formada Ia uña.
Patología
de Ias uñas
Pueden
sufrir procesos inflamatorios (onixis. onicosis) en casos de eczema, psoriasis,
en procesos producidos por hongos (onicomicosis). Puede presentarse calda
espontánea de las uñas en casos de sífilis. Se alteran en muchos procesos
crónicos específicos como la tuberculosis y la lepra, en panadizos, dermatitis
producidas por radiaciones y en algunas enfermedades profesionales. En Ias
mujeres sobre todo, pero también en algunos hombres que son atendidos por
manicuras, se producen onixis, perionixis, que hacen muy frágiles las uñas y
quebradizas ante pequeños traumatismos.
De
gran interés identificativo son los casos de onicofagia (comedores de uñas) y
algunas variantes, Ia quiroonicofagia o comedores de las uñas de las manos y
podoonicofagia, que son los que se comen Ia uña del dedo gordo dcl pie.
LACASSAGNE
cita un interesante caso que tuvo lugar durante el proceso de identificación de
las 247 víctimas del incendio del Ringtheater de Viena. Una familia israelita
creyó haber identificado a su hija desaparecida en el incendio por haber
hallado en uno de los cadáveres Ias uñas roídas como era Ia costumbre de Ia
joven.
Pero
Ia presencia de una cruz en el cuello del cadáver carbonizad descartó tal
identificación. Otro segundo cadáver con Ias uñas comidas también parecía ser
el de la joven, pero ni la edad ni los datos ofrecidos por Ia cavidad bucal
coincidían. Por fin hallaron otros restos quemados que tenían también Ias uñas
roídas y los demás datos de edad y estatura coincidían con Ia verdadera
identificación. En este caso Ia onicofagia fue el denominador común sobre el
que se centró la investigación.
Las
uñas frágiles (onicorrexis) se ven en algunas enfermedades metabólicas y
endocrinas, en la diabetes y estados hipo e hiperfuncionales del tiroides así
como durante Ia menopausia y edades avanzadas. Hay hipotrofia ungueal en Ia
enfermedad de Raynaud y en varias afecciones nenriosas. En casos dc
intoxicación por arsénico (arsenicismo) aparecen alteraciones hipotróficas de
las uñas y en Ia intoxicación por oro hay exfoliación ungueal. En Ia
acromegalia se presentan uñas hipertróficas. También hay hipertrofias en los
ancianos en algunos de cuyos casos puede presentarse con el aspecto de
onicogrifosis (uña en garra).
Lacas.
Barnices. Tatuajes
Es
común y corriente que Ias mujeres se pinten las uñas de manos y pies con lacas
de diversos colores. La presencia de laca sobre una uña puede hacernos
sospechar que se trata de restos femeninos. Hay sin embargo hombres que se
barnizan o hacen barnizar sus uñas con lacas o esmaltes transparentes y en
algunos individuos transexuales con lacas de colores, todo lo que habrá que
tener en cuenta en el momento dc Ia identificación por Ias uñas.
Como
identificativo de sexo Ia uña femenina suele ser más estrecha por sus dedos más
finos y más alargados, mientras que Ias del varón suelen ser más anchas por el
mayor desarrollo y tamaño de los dedos. En ciertos grupos étnicos es corriente
que Ia mujer se tatúe Ias uñas, tatuaje que va desapareciendo a medida que
crecen para ser reemplazado más tarde por otro nuevo.
En
los mulatos, el color de la uña suele ser azulado pizarroso además de tener más
pigmentados los tejidos epidérmicos que rodean el dorso de los dedos como
sucede en Ia raza negra.
Alteraciones
debidas a Ia edad
Así
como Ia uña infantil por su color rosado y por su tamaño puede orientar sobre
Ia edad, en Ias personas de más de 50 años suele haber trastornos tróficos
debido a alteraciones vasculares o degenerativas generales. En el niño aparecen
manchas blancas que el vulgo interpreta como las «mentiras» que ha dicho. En el
adulto también pueden aparecer estas manchas blancas. Pero especialmente en el
viejo aparecen irregularidades, unas veces de dirección transversa por
alteraciones de Ia matriz de la uña, otras veces de dirección longitudinal. Así
son muy frecuentes las estriaciones paralelas de dirección longitudinal, con
frecuencia interrumpidas, de manera que aparecen como líneas arrosariadas,
alterando los relieves con canales de Ia misma dirección. Esto suele ir unido unas
veces a fragilidad, onicorrexis y a veces a hipertrofia, onicogrifosis.
El
estudio de Ia uña con luz WOOD. Permite apreciar una intensa fluorescencia azul
con punteado amarillento en Ias malformaciones córneas, lo que no aparece en Ia
infancia y edades juveniles.
Estrías
transversales aparecen en algunas mujeres durante Ia menstruación y el
embarazo. A veces aparecen estrías transversales blancas (estrías de Mees o
Leuconiquia) en algunas intoxicaciones como las producidas por arsénico, mercurio,
oro, plomo.
También
en anemias crónicas pueden presentarse estrías blancas con aspecto parecido. La
uña se altera en su crecimiento por muy diversos procesos patológicos. Estas
alteraciones se traducen por los llamados surcos transversos de Beau. Si aparece
uno de estos surcos como consecuencia de algún trastorno temporal, este surco
será único e irá siendo eliminado hacia el extremo libre de la uña hasta que
llega a desaparecer. Su presencia y Ia distancia a que se encuentre de Ia base
de la uña puede damos una idea de cuánto tiempo hacía que se produjo Ia
alteración sabiendo que el crecimiento medio de la uña es de 1 mm por semana.
Puede ser por tanto elemento identificativo de importancia Ia presencia de
tales surcos.
A
veces aparecen acanaladuras longitudinales consecutivas a trastornos
circulatorios o tróficos locales.
PUERRET
estudió los surcos morbosos de Ias uñas (estrías de belleza) en los alienados y
nerviosos en 1902. En Ias regiones tropicales, personas que han vivido allí
muchos años, pueden padecer frecuentemente uña de las uñas (tinea unguium)
infección micótica muy rebelde y persistente que a menudo dura más de 20 años o
toda Ia vida. Suelen ser atacadas Ia uñas de manos y pies por un hongo
tricofito (Epidermophyton inguinale), que se instala en Ia epidermis del lecho
de Ia uña invadiendo gradualmente Ia matriz, produciendo una decoloración
intensa, formación de surcos y fisuras en la uña que se vuelve opaca y
quebradiza especialmente en el borde.
En
la Enfermedad de Addison hay una especial decoloración de Ias uñas. En ciertas
enfermedades como el prurito crónico, Ias uñas que son utilizadas para el
rascado se presentan en Ia cara dorsal del borde libre como pulidas,
brillantes, con un aspecto muy particular del que podemos deducir Ia enfermedad
que padecía el sujeto en vida.
La
onicolisis semilunar traumática es propia de lavanderas y algunas profesiones
manuales. Consiste en el despegamiento semilunar del borde anterior de la uña,
apareciendo Ia zona despegada mate y negruzca (GAY PRIETO, 1942).
La
sideración ungueal de THIBIERGE consiste en la interrupción total del
crecimiento de las uñas que se hacen frágiles y se presentan de color grisáceo.
Hoy ya no se ven pero hay que tener en cuenta estos posibles casos que denotan
una sífilis en curso. La onichochizia consiste en el desprendimiento total de
la uña a nivel dc Ia matriz ungueal. Por debajo comienza a crecer una nueva uña
que empuja Ia vieja hacia el borde libre, apareciendo hasta que se elimina
cabalgando sobre la neoformada como Ias tejas en un tejado. Como en el caso del
surco de Beau puede ser vimos de pista de Ia existencia de un traumatismo un
cierto tiempo anterior a Ia muerte, tiempo que se puede calcular dada Ia
velocidad del crecimiento de Ia uña a razón de 1 mm semanal aproximadamente.
La
leuconiquia de los adultos, llamadas «envidias» como Ias dc los niños se
llamaban «mentiras» se deben a Ia penetración de burbujas de aire entre células
imperfectamente queratinizadas, a causa de pequeños traumatismos en la base o a
causa de ciertas perturbaciones nerviosas.
Estigmas.
Marcas profesionales en Ias uñas
Usura,
abrasión o desgaste del borde libre ungueal se observa en muchas profesiones:
joyeros y grabadores, en el pulgar derecho, en violinistas y pianistas. En los
zapateros hay erosiones debidas a picaduras y cortes en el pulgar. En Ias
costureras estos estigmas aparecen en el índice derecho en Ias diestras y en el
izquierdo en Ias zurdas.
VILLEBRUN
(1882) realizó su tesis doctoral en Lyon sobre estos estigmas de Ia uñas con
fines de identificación. Observó en Ias lavanderas, desgaste en el pulgar e
índice. En los fabricantes de cuerdas de tripa encontró desgaste de Ias uñas dc
Ia mano izquierda. En los relojeros observó desgaste en las uñas del pulgar e
índice con los que sujetan Ias piezas que tienen que limar. La uña del pulgar
derecho se desgastaba en los desgranadores de guisantes y Ia uña del índice
derecho en Ias obreras que tejían encajes. Lo mismo sucedía en los fabricantes
de pastillas y de botones de nácar. DELGADO Roto señala el hundimiento del
borde cortante del pulgar derecho en los garrochistas de ganaderías bravas.
El
color de las uñas se altera en ciertas profesiones. Por ejemplo adquiere un
color negro o tabaco en los fotógrafos que no tienen la precaución de revelar y
fijar sus negativos con guantes. Adquieren color rojo caoba en los que
manipulan ácido nítrico y nitrato de plata, y azul en los que manejan índigo.
El contacto con substancias sulfurosas ennegrece las uñas. Los ebanistas que
usan barnices «de muñeca» acaban con un color pardo negruzco en Ias uñas.
VILLEBRUN
señala el color pardo muy negro en los que recogen y rompen nueces a mano. Los
curtidores tienen un color rojo obscuro y los manipuladores de tabaco un color
amarillo parduzco. Ya dijimos cómo la Lawsonia inermis o henna colorea de rojo
Ias uñas. Los sombrereros acaban con sus uñas manchadas de color negro
amarillento. Los manipuladores de explosivos adquieren un color amarillo en Ias
uñas. Los fumadores empedernidos tienen Ias uñas, especialmente Ias de los
dedos que sostienen el cigarrillo de color pardo. Los trabajadores dc plomo
llegan a tener sus uñas dc color negro. Los que usan ácido pícrico Ias tienen
de color amarillo.
Ya
dijimos anteriormente que usura se puede presentar y pulimentado de la uña en
personas que sufren de prurito generalizado, a fuerza de rascarse. En
especieros farmacéuticos y drogueros las uñas se suelen ver rugosas.
Forma
de cortarse las uñas
Se
suele olvidar en los libros especialmente en los de Medicina Legal el detalle de
gran valor identificativo de señalar y observar en el borde ungueal la forma en
que el sujeto se la cortaba, o recortaba.
Pueden
suceder dos cosas: que no se cortara las uñas o que se las cortara. Si no se
Ias cortaba y las dejaba crecer descuidadamente esto ya nos habla de un aspecto
psicológico del sujeto; era descuidado de su persona. En estas personas, Ia
suciedad se les acumula debajo de las uñas, tienen Ias uñas negras, «uñas de
luto»,
No
todo el mundo es ambidextro, puede observarse qué mano fue Ia más diestra al
cortar Ias uñas, de donde inferimos si el sujeto era diestro o zurdo. Además se
puede apreciar si se recortaron con una tijera curva o una tijera recta, si era
una tijera fina, especial para uñas, alicates para uñas o tijeras grandes
inadecuadas para este trabajo. Esto ya nos puede indicar si el individuo era
cuidadoso y metódico o descuidado y atropellado.
Si
Ias tijeras eran curvas se pueden saber si las utilizó al derecho o al revés es
decir por Ia parte cóncava adaptándose a Ia forma de la uña o por Ia parte
convexa a contrapelo. Se puede apreciar la precisión de su pulso sobre todo en
el corte de los extremos laterales de Ias uñas, especialmente en Ias uñas del
pie, que muchas personas cortan periódicamente y otras sencillamente las dejan
crecer como garras permitiendo que se produzcan uñas encorvadas, lo que nos
puede indicar el uso de calzado apretado, puntiagudo, inadecuado.
Yo
pude identificar un brazo izquierdo como perteneciente a determinado personaje
por el estudio de Ia forma en que se había cortado y pulido las uñas. En todos
los casos que llegan al Laboratorio manos y pies de cadáveres en estado de
putrefacción tratamos de recuperar las uñas. Así hemos conseguido por Ias
características del borde, forma y aspecto de éstas aproximarnos a la
identificación del sujeto.
Los
chinos, especialmente los mandarines antiguos (creo que ahora no deben quedar
muchos), se dejaban crecer Ias uñas en forma monstruosa sin cortarlas nunca
para demostrar que no trabajaban manualmente lo que constituiría una vergüenza
para ellos e incluso tenían que usar unas fundas o estuches especiales para
proteger Ias enormes uñas de Ias manos que cuidaban con esmero para que no se
rompieran. Se retorcían generalmente en espiral y llegaban a medir 30 cm y aún
más de longitud. En el antiguo Siam, las damas nobles Ias dejaban también
crecer desmesuradamente usando dediles de plata para protegerlas de cualquier
deterioro o rotura.
En
nuestra cultura es frecuente observar ciertas personas a veces catalogadas con
el nombre despectivo de «horteras» que se dejan crecer Ia uña de alguno de los
dedos de Ia mano, quizás Ia del meñique en forma notable para usarla con
diversos fines, tales los petrimetres franceses acostumbraban como los horteras
españoles a dejarse crecer Ia uña del dedo meñique que procuraban «lucir» y
enseñar bien con los movimientos de su mano (LACASSAGNE). Falta la 314
Examen
de los residuos hallados bajo Ias uñas
Pueden
tener gran valor identificativo. Diagnóstico e incluso revelador de la
identidad del propio agresor o asesino.
EI
hallazgo de polvo de carbón bajo Ias uñas puede ser suficiente en un caso de
cadáver no identificado para determinar Ia posible profesión de carbonero o
minero del sujeto. Los fabricantes de pólvoras muestran azufre y carbón. Algún
cazador furtivo y asesino ha sido identificado por el hallazgo de pólvora
debajo de las uñas. Los cerrajeros suelen tener polvo de hierro, limaduras de
hierro. LACASSAGNE encuentra Iodo en los ahogados, cuerpos grasos en los
matarifes, cocineros y peluqueros, polen de flores en floristas y vendedores de
flores, en jardineros y profesiones afines.
En
los molineros y panaderos se encuentra harina bajo Ias uñas. En los poceros se
encuentra arcilla o restos de excrementos. En los talladores de piedra se
encuentra sílice bajo Ias uñas. En el sospechoso o presunto asesino, pueden
encontrarse partículas reveladoras bajo las uñas, como tierra, yeso, porciones
microscópicas de piel de la víctima en los casos de estrangulamiento. Pelos o
fragmentos de éstos así como restos de sangre de Ia víctima. Al revés, en ésta
pueden hallarse Ias mismas substancias que delatan al agresor depositadas allí
en los movimientos de defensa (clavado de uñas, arañazos, etc.).
Heridas
producidas por uñas
Son
de gran valor en los estudios médico-forenses. En las personas sospechosas de
atentados sexuales, de homicidios y en todo caso en que se sospecha que hubo
lucha entre el agresor y Ia víctima, se deben buscar marcas de uñas, arañazos,
ya que pueden ser muy característicos y reveladores de la dinámica del crimen,
de los actos que precedieron al ataque y muerte de Ia víctima.
Las
uñas son unas armas naturales y especialmente en las mujeres por su mayor
longitud. Por este motivo, cuando se aprecian en la víctima señales de uñas, lo
mismo que en el agresor sospechoso, deben ser inmediatamente fotografiadas e
incluso determinar su profundidad y forma, anchura, etc. La uña puede haberse
clavado y dejado su molde en Ia piel de uno u otro.
También
puede haber huellas de uñas en la pared o en los objetos a los que se agarró Ia
víctima al caer. La uña habrá dejado su huella con los puntos característicos,
producto del corte del borde libre en las superficies arañadas.
A
su vez Ias lesiones producidas sobre Ias uñas: cortes, pinchazos, roturas,
etc., pueden ser muy bien estudiadas y seguidas con Ia luz WOOD. Siempre en
estos casos es conveniente hacer buenas fotografías que permitan mostrar a Ias
autoridades judiciales y policiales los hallazgos encontrados y su valor
identificativo.
Determinación
del Grupo ABO-AB sanguíneo
En
las uñas, incluso en Ias muy antiguas como las de cadáveres momificados de hace
miles de años, puede estudiarse con bastante precisión y determinar el grupo
sanguíneo o celular a que pertenecía el sujeto.
Técnica
de tipaje ABO en uñas (según la técnica seguida por Ruiz de Ia Cuesta)
Se
usa Ia técnica de microelución que da muy buenos resultados.
1.
Sc lavan Ias uñas en agua, con agitación durante 10-12 horas por lo menos.
Después se limpia escrupulosamente su superficie, raspando cuando haga falta.
En cadáveres putrefactos el lavado se prolonga por espacio de 2-3 días.
2.
Se coloca un trocito de uñas de 1 mm2 en un tubo con dos gotas de suero anti-A
y lo mismo se hace en otro tubo con suero anti-B y otro con anti-H. Deben
permanecer de 12-36 horas en nevera a 4° C. Los tres tubos se rotulan
respectivamente «A» «B» y «O».
3.
Se lavan abundantemente con agua helada por cualquier procedimiento (bien
llenando tubos con el agua helada y aspirando con pipeta o bien en matraces con
agua y hielo donde se agitan durante unos minutos y se renueva el agua cada
vez) siendo esencial que en ningún momento Ia temperatura sobrepase los 4° C.
El lavado debe durar dos horas, renovando los líquidos 4-5 veces.
4.
El último lavado se hace con suero fisiológico helado con un 1% de Albúmina
bovina y se deja en el tubo una gota de esta solución tras el lavado, con un
trocito de uña.
5.
Se introducen los tubos en el Baño María durante 15 minutos.
6.
Antes de sacarlos se les añade una gota del respectivo reactivo eritrocítico al
1/200 en cada tubo. Se usan hematíes A’ para el primer tubo, B para el segundo
y O para el tercero. Se dejan una hora en nevera y se lee a simple vista antes
y después de centrifugar.
7.
En el tubo «O» se puede mejorar cl rendimiento si Ia gota para elución se hace
con un 7% de albúmina y la temperatura es a 48° C durante media hora.
8.
La variante consistente en Hematíes «O» Ficinados es demasiado sensible, dando
falsos positivos si no se ajustan bien Ia cantidad de lectina anti H, la
temperatura, el tiempo y Ia concentración de albúmina. Es conveniente poner
controles de uñas conocidas.
Gracias a edgar15